El Ciclo Cardioide sigue a un ritmo de calidad imparable con una nueva noche en la que la nota femenina fue el eje conductor de tres directos de estilos diferentes pero unidos entre ellos, en una reivindicación de la mujer en la música, presente en las mismas presentaciones, que debería ser ya innecesaria a estas alturas simplemente escuchando a estas artistazas.
Iseo fueron los encargados de abrir la noche con su personal propuesta llena de soul y buenrollismo a los que tan urgentemente acompañaron los coros de toda la sala en una presentación mágica. La suave y templada voz de la cantante enfrentaba las primeras estrofas del clásico instantáneo de Deep Voice para luego adquirir el ritmazo imparable del que es clave la genial banda que la acompaña, manteniéndolo en temazos como Byebye Billy, en la que el grupo se coloca al nivel de coetáneos del nivel de Nick Waterhouse. La cohesión de la voz, y la pasión que destila con ella, de Iseo, con una banda que funciona con innegable nervio clásico quedó clara en las canciones que siguieron. Siempre agradecida, la madrileña buscó en todo momento al público, pidiendo acompañamientos en la genial The Truce o en la versión llena de sentimiento blues del The Way You Make Me Feel de Michael Jackson. No fue la única versión de la noche, con su ya clásica Wicked Games llena de sensibilidad protagonizando uno de los mejores momentos del directo. Aun más, la cantante incluso se atrevió con el francés y acabó cerrando con la canción que da nombre a su primer álbum, Last Night, un ciclón de r&b recogido, elegante y personalísimo.
El turno de la sensibilidad única del pop onírico y sereno de Núria Graham dio una vuelta de tuerca a la noche. Con un formato reducido pero efectivo, el grupo dio un recorrido por Bird Eyes y In the Cave, dejando claro por qué la música de la catalana está tan ajena a las manidas comparaciones que suelen surgir entre voces femeninas. El estribillo roto y sugerente de Bird Eyes como punto de partida y declaración de intenciones o la fabulosa versión de Toxic de Britney Spears (ejemplo perfecto de cómo se debe afrontar una versión) como uno de los momentazos del directo, fueron ejemplos claros de ello. Los ambientes construidos con los arpegios de la guitarra de Núria como líder en Ages o la calma tensa de la posterior I Worry Too Much mostraron las varias caras y la profundidad de sus trabajos. Visiblemente encantada de formar parte de la cita y de volver al sur, la cantante no dejó de conectar con el público pese a lo que ella misma admitía que le costaba hablar entre canciones. En la recta final, You Fall Asleep so Easily ponía el pico al torbellino de emociones de su presentación, enlazando con el fantástico guiño a Ffuny Ffrends de UMO, para luego la más movida I’ll Be There cerrar la prometedora trayectoria que marcó Núria Graham durante todo el concierto.
Por último, los anfitriones Borneo cerraban la noche con su indie pop luminoso y enérgico. Con su capacidad para crear un recorrido siempre en ascenso, alternando canciones más sentimentales, como La Luz, y canciones más movidas con inspiración de himno, como el temazo de Sincronía, lo que dejó claro el grupo liderado por Chío Abbad es que su directo es carne de festival. La experiencia de la cantante como frontman y la conexión con el público se hizo evidente desde el primer momento, siempre tirando de la sala para crear auténticas fiestas en canciones como Vacaciones Analógicas. A esta le seguían momentos como la genial Hagan Apuestas acompañada de Adriana Moragues. Una fórmula sencilla pero personal, cuidada y llena de carisma, con sensibilidad pero llena de guitarras y ritmos contundentes es lo que traen Borneo. Y ganas, muchas ganas. Saltemos Las Distancias es prueba de ello, canción que precedía al gran fin de fiesta con confeti incluído que es Himnos de Verano, auténtico buque insignia de la energía y el buenrollismo que trae el grupo sevillano.
Fotografías: Carlos Cornago
Y me estreno en Madrid de cronista y fotógrafa con nuestro querídisimo grupo sevillano, El Imperio del Perro, que está marcando huella en cualquier escenario que pisa como lo hizo el pasado jueves 31 en la sala el sol siendo la segunda vez que tocaban en Madrid y de estreno en la propia sala.
Y es que Diego Cabeza, Javier Casanueva, Juanma García y Pedro Ortiz nos hicieron vibrar una vez más en la capital a ritmo de: No me jodas; Buitres; Circo; Blanco roto; La gran Huída; Os odio a todos (Humano); 24; Ácido, polvos o cristal; Interludio; La fiebre de las cabañas; San Julián, Sal de aquí… Deslumbramiento total en la sala que dejaron el ambiente cargado de buenas sensaciones y con agenda de próximos futuros conciertos en la capital, dejaron con la boca abierta a más de uno.
Menudo álbum que nos llevamos firmados por ellos mismos, menuda puesta en escena llena de carácter, talento y creatividad gracias a la obra gráfica envuelta en geometría y desenfreno salvaje, humanizando así el diseño de Ezequiel Barranco, nos deja claro la gran personalidad que desprende el grupo, El Imperio del Perro. Un grupo que suena a éxito futuro y a saltos desde el escenario hacia el público, sintiendo fuerte la presencia del mismo y el placer por la música.
El videoclip oficial de Buitres, el nuevo single que pudimos escuchar se encuentra disponibles en You tube, os dejo el enlace para que os deleitéis con la producción:
https://www.youtube.com/watch?v=GOvAZJM3GAI
(Lunar/Green Ufos, 2016) y el álbum lo podéis conseguir en Fnac sin problema.
The Ivory Maze compuesto por: Jose Sámano (Joe) Carlos Moreno (Charlie) Carlos Fernández (Timmy) Daniel Saló (Dan); nos presentó su Último disco 'A Rush of Heat' –
https://open.spotify.com/album/5UfGBeQT0eKqYBWkkwBRCp
Este grupo madrileño los hemos podido escuchar en la sala el sol, caracol o costello y festivales como el Monkey Week entre otros donde hacen saltar a todo el mundo que se pone delante.
Año 2016, gira intensa donde recorrerán las ciudades más importantes del país con su segundo LP y nos enseñaran las tablas que despliegan profesionalmente.
Escenografía audiovisual llena de color y geometría impactante que llenó la sala de brazos levantados, saltos y aplausos.
http://www.theivorymaze.com/
Una noche de jueves para apuntar a repetir sin dudarlo.
Gracias chicos.
Crónica y Fotografía por : Ana Méndez Pérez para musiqueando.
Desde el pop psicodélico de MOR al garage salvaje de Miraflores, pasando por el post punk más duro de Siberian Wolves, el Ciclo Cardioide nos trajo el pasado viernes una nueva noche de música en la que las revoluciones fueron de menos a más, si bien la calidad se mantuvo con tres grupos que dejaron el pabellón muy alto.
En la noche del 2 de abril, Supersubmarina por fin pudo quitarse la espinita de no haber podido presentar antes su último disco, Viento de Cara, en su totalidad ante el público sevillano. ¡Y de qué manera lo hizo!
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo fue testigo de una noche muy esperada para los cuatro miembros del grupo de Baeza, pero sobre todo por unos fans ansiosos por oír buena música, que no dudaron en sumarse a la fiesta. Los seguidores de Supersubmarina demostraron una vez más su fidelidad a la banda, esperando desde el mediodía a que las puertas se abrieran y sin dejar localidades disponibles para tan señalada cita.
El tema elegido para comenzar fue 'El Mañana', que da título a la gira que está llevando al grupo a aquellas ciudades donde no pudo estar en su anterior tour y a otras que visitará por primera vez. A éste le siguieron 'Hermética' y 'Ana', para cerrar esta especie de calentamiento, y dar comienzo así a la verdadera fiesta, con José Chino, su vocalista, como maestro de ceremonias.
Durante casi dos horas de buena música y emociones, los de Baeza demostraron el porqué de quiénes son y del sitio tan importante que ocupan en el panorama musical español. Hicieron un repaso a toda su discografía, ayudados por la inestimable compañía del público, que coreaba al unísono cada uno de sus temas. 'Algo que sirva como luz', 'De doce a doce y cuarto', 'Para dormir cuando no estés' y 'Enemigo yo', fueron los elegidos para ir encaminando la noche, y de manera preparatoria para encarar las canciones más queridas por la audiencia. Entre ellas se encontraban 'Hasta que sangren', 'Tecnicolor', 'Kevin McAlister', 'Canción de guerra', 'Supersubmarina' y una fusión entre 'Puta Vida' y 'Elástica Galáctica', incluida.
La química de Chino con su público es innegable. Consigue crear una magia con los allí presentes difícil de generar. Esto es gracias a la humildad de la que ha hecho gala el grupo desde sus comienzos, y al hecho de que con él no existe "barrera" entre cantante y público. Por su manera de comunicarse con los asistentes y su personalidad, parece más un amigo que un admirado artista.
Ejemplo de esta combinación tan natural fue el momento vivido con 'Hogueras', cuando el propio Chino se propuso que la gente formara parte de la interpretación de dicho tema. Y con una coreografía dirigida por él, que pasará a denominarse como "la coreografía del molinillo", consiguió que pasáramos un rato muy divertido, bailando todos "a la vez" con nuestros brazos en alto como si fuéramos el referido instrumento.
Para antes de la despedida definitiva, Supersubmarina se guardó lo mejor. Una nueva versión de 'Santacruz', más lenta y melódica que la original, 'De las dudas infinitas', 'Viento de cara', una fusión de los temas 'Niebla' y 'Samurái', 'LN Granada', transportándonos a los recuerdos que cada uno hemos vivido en aquella mágica ciudad, 'Arena y sal' y, poniéndole el broche de oro a la noche, 'En mis venas'. ¡Apoteosis total!
Supersubmarina está mejor que nunca, y sus chicos siguen disfrutando de este sueño en el que viven desde hace casi once años ya, y que no es más que el resultado del trabajo duro y bien hecho, de la calidad de cada uno de sus componentes, tanto musical como personal, del talento innegable que poseen, y de las ganas de seguir creciendo y aprendiendo. Una entrega máxima por su profesión que se transmite en cada concierto.
Han conseguido crear una sólida familia con sus miles de seguidores, los cuales nunca salen indiferentes de ninguna de sus citas. Solo deseando que la próxima no esté muy lejos. Porque los conciertos de Supersubmarina son algo muy necesarios para el amante de la buena música. Con ellos se viven momentos y situaciones muy especiales y únicas.
Y esta primera década solo ha sido el principio...
"... como reyes orientales que conquistan los lugares
que se pueden ver al amanecer..."
Fotografías: Andrea del Zapatero.
Siempre es agradable reencontrarse con L.A. Porque como se suele decir, nada es mejor que el reencuentro con los viejos amigos, y Luis Alberto Segura y su compenetrada banda, con Dimas y Pep, son como esos indispensables compañeros de viaje capaces de amenizarte el más largo trayecto. Efectivamente, repetir velada con L.A. es sumergirte en ese viaje de ida sin billete de vuelta. Es quedarte para siempre en esa ciudad encantadora de la que te has enamorado. Es vivir sensaciones irrepetibles, embaucadoras, disfrutar cada minuto de un concierto íntimo, en un marco acogedor y en un ambiente del que sólo puedes escapar cuando el líder del grupo te despierta diciéndote: “gracias por venir. Nos volveremos a ver”. Esperamos que así sea, porque en Sevilla, L.A. ha encontrado un sitio de privilegio y ha generado una destacada nómina de seguidores.
Cuatro meses y dos días después de aquel 28 de noviembre del pasado 2015, en el que la banda mallorquina, ofreció concierto en la Sala X, una de las dependencias del Casino de la Exposición se erigió en el lugar de una nueva cita con Sevilla, dentro del Ocean Tour. En ese ínterin, L.A. ha realizado una triunfal gira por Europa, ha formado parte de los carteles de los festivales más importantes del país... ganando adeptos con un estilo tan propio como el de un grupo ya consolidado.
Con una cuidada puesta en escena y un juego de luces acorde con el ambiente de intimidad que se originó, la experiencia ofrecida no pudo ser más positiva. L.A. ha dado un paso más a la hora de mostrar su música en directo, reinventando sus propios temas, y sin que éstos pierdan un ápice de su esencia, en un formato trío semiacústico con algunas pinceladas electrónicas.
En este recopilatorio en vivo se hizo un repaso por toda la discografía de la banda, en la que pudimos disfrutar de canciones como: 'Living by the ocean', 'In America', 'Higher place', 'Stop the clocks', 'Elizabeth', 'Oh, Why?', 'Secret undone', 'Older', 'Outsider', entre otras. En este repertorio, uno de los muchos momentos destacados se vivió en la interpretación de 'Love comes around', con Luis Alberto a la batería recordándonos de manera espectacular, sus orígenes con este instrumento.
Fotografías: Patricia del Zapatero.
Un año más la Semana Santa tiene banda sonora indie gracias al festival San San, que se celebró en Gandía por tercera edición desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Pascua. Durante estos cuatro días, pasaron por el recinto grupos de renombre en el panorama nacional; porque una de las principales características del San San es su apuesta por nuestra música.
La noche del miércoles 27 Fred Wesley volvió a Sevilla, un año después en el mismo escenario de la Sala X. Tras una breve espera sobre la hora de inicio, en la que se fue llenando la sala, hicieron aparición Leonardo Corradi y Tony Match, al órgano y la batería respectivamente. Con ritmos de funk empezaron a caldear el ambiente, que se creció con la entrada de Fred W. Éste se colocó en el centro del escenario, donde le esperaba centelleante su trombón.
Ir a una buena sala, encontrarte un buen concierto y disfrutarlo tanto que piensas: esto hay que contarlo, la gente debe conocer esto. Así fue con The Trackers, la pasada tarde-noche de sábado, en la Sala Akasha de Marchena.
Como cantaba Nacho Vegas en “Añada de Ana La Friolera”, desde San Pedro a Las Mestas, Gijón se llenó de música en un fin de semana que deslució la lluvia, aunque esta no impidió que incluso las actividades al aire libre saliesen adelante, en un tanto que apuntar a la organización. El ecléctico cartel, desde los veteranísimos Flamin’ Groovies a la insultante juventud de Belako, pasando por el clasicismo de los Tindersticks o Aute alejan a la mayoría del público del abono, pero atraen a un amplio abanico de personas de distintas edades y condiciones. Así, prácticamente se cuentan con los dedos de una mano las personas que repetían en El Niño de Elche y James Rhodes, por poner un ejemplo, pero los dos conciertos presentaron un prácticamente lleno en su aforo, con datos dados por la organización de 5.500 personas pasando por taquilla. Bienvenido sea.
El domingo pasado, a eso de las 20:30, nos encontramos una sala Razzmatazz 2 casi llena deseando ver el regreso del grupo de rock progresivo andaluz por excelencia.
Empezó a caldear el ambiente el grupo madrileño Albha, que a pesar de alguna desafortunada rotura de cuerda, dio un buen concierto con una cantidad de público algo inusual para un grupo telonero. Es muy posible que los veamos más veces girando por la escena musical española.
Tras el concierto de los teloneros, no se hicieron mucho de rogar y subieron los integrantes de Triana al escenario ante un público entregado desde el principio. Tocaron unas tres canciones hasta que hicieron un inciso para explicar a los más jóvenes cómo fue el inicio de la nueva formación y para dejar claro que ellos no son un grupo que hace tributos, sino que su objetivo es seguir difundiendo la música de Triana, de ahí el nombre de su gira: “La música de Triana nunca morirá”. A partir de ahí la calidad del concierto y del ambiente en la sala no hizo más que crecer, ya que arrancaron de nuevo con una de las canciones favoritas de Juan José Palacios “Tele”, llamada “Sr. Troncoso”. Fue un momento muy emotivo, tanto para los espectadores como para Juan Reina (voz y guitarra española), ya que el “Tele” aparte de ser el fundador de la banda, también fue su mentor.
Los momentos más especiales se vivieron cuando sonaron los ya himnos “Tu frialdad” y “Una noche de amor desesperada”, en los que el público se dejó la voz, que llevaban reservando todo el fin de semana para el concierto. También se echaron en falta canciones como “En el lago” o “Sé de un lugar”, pero un repertorio completo nos habría llevado mucho más tiempo.
Debemos destacar el papel de Andrés Herrera “el Pájaro” en el espectáculo, ya que demostró su experiencia y personalidad a la guitarra eléctrica, a parte de la habilidad para puntear, cosa muy aconsejable en este tipo de grupos. También les acompañaban Raúl Fernández (a la guitarra eléctrica), José Pulido (al bajo), Jorge Martín (al teclado) y el nuevo integrante de la banda e hijo del cantante, Manuel Reina (a la batería), que fue presentado por su padre con gran alegría.
Antes de finalizar el concierto, cada componente del grupo tuvo tiempo para marcarse un solo con el que demostrar su calidad fuera de las notas marcadas por las canciones escritas. Delicia para los oídos de los presentes.
En definitiva, podemos concluir en que a pesar de las críticas, este grupo está formado por muy buenos músicos y algunos, con mucha experiencia a sus espaldas, lo que permitirá que las nuevas generaciones, y no tan nuevas, puedan disfrutar en directo de esta música tan especial que un día brilló, y que puede que vuelva a brillar.
Fotografías: Cristina Cordero.
Después de la ansiada espera llegó el día, Florence + The Machine retornó a Barcelona tras 10 años desde su última visita a la ciudad condal, en la que pasó como un grupo desconocido, llegando a tocar a las 4 de la mañana en la sala Razzmatazz, como muchas bandas emergentes que quiere darse a conocer. Tras este periodo de tiempo la banda londinense volvió mucho más consolidada, con tres discos bajo el brazo y con un espectáculo capaz de llenar el Palau Sant Jordi.
Los fans tuvieron que aguantar horas de cola bajo un sol de Barcelona más propio del verano, pero nada les iba a impedir presenciar ese esperado concierto de la gira How Blue Tour 2016.
Al entrar lo primero que se pudo apreciar fue un fondo plateado con formas onduladas que recordaban al movimiento del agua del mar. Tras una breve actuación de los teloneros, tuvimos que esperar una media hora hasta que Florence Welch decidió deleitarnos con su inconfundible y característica presencia, llevando un vestido semitransparente (que a lo largo del espectáculo dio mucho juego con las luces) y con sus famosos pies descalzos. Se presentaba un escenario con numerosos instrumentos como baterías, guitarras, teclados, un bajo, un arpa, cinco micrófonos preparados para las voces secundarias y el de la voz principal, una pista de lo que se avecinaba.
Rompieron la agonía del público con What The Water Gave Me, y seguidamente tocaron Ship to Reck, uno de los estandartes de su nuevo disco How Big, How Blue, How Beautiful (2015), hecho que provocó un desenfreno en el público, que empezó a bailar y no paró hasta después de las dos horas que duró el concierto. Entonces Florence empezó a correr y bailar mientras interpretaba Rabbit Heart repartiendo amor infinito a sus fans por cada esquina del escenario, que a pesar de su magnitud, a ella se le quedaba claramente pequeño. A partir de ese momento, la artista británica se dirigió al público para agradecerles su asistencia al concierto y para contarles la historia de su primera vez en Barcelona, gesto que provocó una conexión y una cercanía absoluta entre ambos. Además una chica le ofreció una diadema de flores (look muy habitual en pasados conciertos) que no dudó en aceptar y acomodarse en la cabeza.
Seguidamente tocaron Shake It Out, canción muy aclamada de su anterior álbum Ceremonials (2011) y que nos puso a todos los pelos de punta haciendo gala de su potente voz, a la que se sumaron las de las miles de personas que asistieron al concierto y las cuales no pudieron parar, ya que siguieron con Delilah y su pegadizo a la vez que liberador estribillo I’m gonna be free, I’m gonna be fine. Todo este despliegue de amor y pasión demostrado les fue devuelto en forma de una niña que subió al escenario con una pancarta y que pidió matrimonio a una de las componentes del grupo (voz secundaria), la cual con una mezcla de sorpresa y ternura aceptó sin dudar, entonces presenciamos uno de los momentos más emotivos del concierto cuando la niña se fundió en un abrazo con Florence.
A pesar de contar con numerosos miembros en la banda, las luces y el ambiente hacían inevitable dejar de mirar a Florence Welch, que en temas como Spectrum o Queen Of Peace se semejaba al epicentro de un terremoto, y en temas como You Got The Love (presentado con la frase: because the world is love) penetró en nuestros oídos y corazones como un rayo de esperanza, convirtiendo el concierto en una montaña rusa de emociones. Poco a poco se fue acercando el final del concierto, no sin antes escuchar un sonido de arpa en solitario que no hacía más que presentar uno de sus primeros temas compuestos y más famosos, Dog Days Are Over, con el que la gente se volvió loca. Después de hacerse de rogar, volvieron a arrancar con un bis impresionante compuesto por la potente What Kind Of Man y Drumming Song para poner el broche final a una noche de música de mucha calidad, pero también espectáculo, porque si hay alguien que sabe cómo encandilar al público y metérselos en el bolsillo, esa es Florence. Podemos decir sin ninguna duda que “la máquina” nunca ha funcionado mejor y que Florence siempre será su motor incombustible que los guiará hasta el olimpo de los inolvidables.
Fotos: Celia Salvador
La banda catalana visitó la semana pasada Madrid, para finalizar su gira en la sala Moby Dick.
¿Sabéis esa sensación de que las cosas se están haciendo bien? ¿La conocéis? Yo espero que los chicos de Full la tengan, porque sinceramente lo están haciendo muy bien. Me alegra ver que grupos a los que he conocido con cuatro gatos en una sala suben como la espuma a golpe de riffs y estribillos que se convierten en himnos para sus parroquianos, y para qué engañarnos, si encima son de la tierra, la alegría es doble.
La coqueta La Sala, ubicada junto a la sevillana plaza de El Pumarejo concertó ayer noche uno de esos encuentros musicales que jamás se olvidan. Una atmósfera de velada propia para la intimidad contagió a un público que prácticamente llenó el local y disfrutó con la frescura de un cantautor que supo transmitir sentimiento y calidez.
Fredi Leis es de esos artistas que te embriagan. Con tan solo unos pocos segundos de canción es capaz de conseguir que te quedes atrapado para siempre por su voz y su encanto. De ahí que en tan poco tiempo haya conseguido hacerse un grupo de fieles que aumenta cada vez que se sube a un escenario. Es un cantante que habrá que seguir bien de cerca, ya que posee todos los ingredientes para que se convierta en uno de los grandes del panorama musical.
A su privilegiada voz se une la capacidad de crear auténticos poemas por canciones, cargados de una sensibilidad que te traspasan; así como su cercanía y conexión con el público, creando un clima de profunda complicidad.
El cantante y compositor compostelano vino a Sevilla para presentar su primer EP, Días Grandes. Esta no era su primera visita a la capital andaluza, ya había venido en otra ocasión para otro concierto, hace unos años, aunque nada que ver con el de anoche, ya que éste contaba con las asistencia de un público que llenó prácticamente La Sala, y que además se sabía cada tema que se cantó; incluso llegó a acompañarle con improvisados coros.
Entre los temas que se escucharon anoche están los seis de su actual trabajo, así como otros más nuevos: 'Fugitiva', 'Disparo al aire', 'Échame de menos', 'Días grandes', `Estrellas fugaces', 'Me quemas', 'Santiago DC', 'La tormenta perfecta', 'No hubiera dudado' o 'Una guerra de granadas y Sevillas', entre otras. Durante su actuación estuvo acompañado a la guitarra y los coros por Carmela, otra artista para tener en cuenta, y que dejó a todos los presentes impresionados por su gran voz. Juntos crearon un ambiente muy íntimo, dentro del marco que ofrece La Sala, y que se vio multiplicado en los momentos cuando se sentó ante su piano para interpretar algunas de sus composiciones. Pero un momento de enorme intensidad y emoción, sin lugar a dudas, fue cuando ambos artistas cantaron desenchufados la canción 'Fuimos', prácticamente mezclados con el público, y derrochando talento a partes iguales, lo que dio lugar a un mágico ambiente, más próximo a una reunión de un grupo de amigos que a la actuación de dos artistas de tanto nivel.
El poeta Leis confesó a los presentes en la sala del Pumarejo que lo suyo con Sevilla fue amor a primera vista, a la que conoció hace varios años, recorriéndola en bicicleta. 'Una guerra de granadas y Sevillas' es el fruto de esta idílica relación que hoy en día, no solo persiste, sino que ha aumentado su intensidad. Se podría decir, tras lo vivido anoche con este prometedor cantante y compositor, que lo nuestro con él también es un amor a primera vista.
Fotografías: Patricia del Zapatero.
Noche de derby Real Madrid- FC Barcelona. Concierto de SuperSubmarina. Festival solidario con millones de grupos en la Sala X: los competidores para la noche del sábado eran muchos y difíciles de batir, pero el RenoFest se crece ante las adversidades y resultó una gozada de principio a fin.
Hay paradojas en esto de la música como que a un grupo que sólo tenga 1 o 2 discos en el mercado lo hayas visto más de 4 o 5 veces en concierto y que sin embargo que grupos que nacieron en los 80 y que se encuentren activos en la actualidad te estrenes en noches como la de hoy como fue mi caso con Los Deltonos. ¿Nunca es tarde?
El Ciclo Cardioide trae a la primavera sevillana toda una oferta de nuevas promesas y grupos consolidados que no son más que la prueba palpable de que la escena española no solo está muy viva sino que se encuentra en una época dorada. Auténticas celebraciones de la música son las que se forman en la Sala La Calle como la del viernes pasado con tres grupos que hacen del talento y las ganas de comerse el mundo el factor diferencial que deja de lado algo tan relativamente inocuo como su juventud o las dificultades de la actualidad musical. Todos con un disco recién estrenado a sus espaldas, se encargaron de dejar el pabellón muy alto de lo que es la nueva generación de la escena alternativa.
Hace aproximadamente un año que vi por última vez a Antonio Arco sobre un escenario. Fue en Córdoba y también os lo contaba aquí, en Musiqueando. No voy a negar que ese concierto con sabor a despedida me dio pena pero, pena porque se cerraba una puerta y lo que yo no sabía es que meses después se abriría una ventana, qué digo una ventana, ¡un ventanal! por el que Arco ha atravesado con toda su fuerza y con muchas muchas ganas de comerse el mundo. Así que tras meses de espera después de ese último concierto de El Puchero del Hortelano, el sábado llegó a Malandar Arco para presentarnos su último disco: Uno.
El viernes, dentro de la gira de 78, Tote King llegaba con Shotta y DJNEXXA a Granada, una ciudad a la que tiene mucho cariño este rapero que lo ha reflejado en varios de sus temas.
A veces de un día anodino a una alternativa gratificante sólo hay un concierto de distancia. Los que acudimos a la Sala X curiosos y con ganas de que la moneda saliera cara podemos constatar que vivimos una noche de música en directo de muchos quilates.